Querido Hermano
¿Sabes cómo está tu corazón? ¿Has puesto atención a que emociones viven en él? El corazón es como un recipiente mágico, muchas veces puede recibir y llenarse de dolor y de tristeza y eso mismo es el ímpetu que lo lleva a transformar y a dar el amor que le hace falta, otras veces recibe amor y dulzura y se permite renovar su contenido, pero, cuando te desconectas de él, de su magia, se vuelve solo un recipiente que entrega y comparte solo lo que recibe, pierde su magia de transformación.
En esta ocasión como todo ciclo que tiene un inicio y un fin, hoy vengo a ti para que juntos reflexionemos que tanto a compartido tu corazón en amor o en tristeza y dolor, y de esta manera te podrás dar cuenta de todo lo que te has alejado del amor y de la fe, puedes preguntarte ¿Hoy confío y creo en las personas que me rodean más que al inicio de este ciclo? ¿Mi fe en mis guías y maestros espirituales ha crecido o a disminuido? ¿Esto te hace sentir más cerca de tu misión de vida o más lejos? ¿Te hace sentir más pleno o vacío?.
La verdadera evaluación del éxito de un ciclo no radica en si lograste tus objetivos o no, la verdadera evaluación consiste en darte cuenta de cuánto has crecido, la sabiduría con las que has enfrentado los obstáculos, y la aceptación de los hechos, todo esto resumiéndolo en ¿Qué es lo que compartes desde tu corazón?
Hoy te doy las gracias por un ciclo más en el que hemos caminado juntos, y cómo un ave fénix que está a punto de morir, despídete y a la vez prepárate para un renacer, recibe mi nacimiento con entusiasmo y alegría, acuna en tus brazos a ese bb que simboliza el amor con el que debes de vivir, la esperanza de un futuro y la fe en que tienes una nueva oportunidad, deja que mi amor te sane y que le regrese la magia a tu corazón.
Ofrecerme un lugar en ti, es aceptar la semilla del amor que florecerá de nuevo en ti.
¿La aceptas?
Esta navidad elige abrir tu corazón y deja que él te guíe.
El Maestro Jesús.