Amado mío has estado enfrentando situaciones que te han llevado a transitar por el dolor, el dolor de la perdida, del engaño, de la desilusión y sobre todo el dolor de la separación y nos llena de alegría que has estado haciendo tu práctica, cuestionándote y buscando ampliar la percepción que tienes de tu vida, esta actitud te muestra que has estado despertando a la verdadera realidad, pero te pido que tengas paciencia, así como una semilla lleva su tiempo en crecer, así tú necesitas tu tiempo para aprender y despertar.
En estos momentos de toma de conciencia he venido a pedirte que seas mucho más amoroso contigo, pues al reconocer tu responsabilidad en los hechos eres demasiado duro y exigente, cambiando toda la situación en donde dejaste de ver enfrente a tu verdugo para tomar ahora tu ese papel, infringiéndote más dolor del que ya has vivido.
Al hacer este cambio en tu panorama, te das cuenta de que ya no parece tan difícil perdonar a aquellos que te han herido, pero te preguntas ¿Cómo es que si ahora los veo con compasión sigo teniendo resentimiento y en ocasiones ira? Yo Arcángel Zadquiel te ayudaré a entenderlo.
La mayor carga emocional hoy no esta en tus maestros, si en ti mismo, puesto que el enojo o resentimiento que aún sientes se debe a que en realidad lo sientes por ti, por lo que muchas veces te reprochas, “yo atraje”, “yo permití”, “yo aguanté”, “yo di” o “yo no di” y como estas frases muchas más que te dices, que las vives y las piensas.
Hoy te digo que el verdadero camino del despertar se basa en el amor, y no solo el amor que le das a los demás, si no el amor que comienza desde ti.
Para que sueltes esas emociones que aún te roban tu paz, acepta la parte de humanidad que hay en ti, y con ella los errores que has cometido y que te han llevado a crecer, te garantizo que en el momento en el que te permitas verte inocente como en realidad eres, podrás ver inocente también a tu hermano.
Recuerda: El perdón es el mayor acto de amor que puedes tener hacia cualquier persona, y no puedes hacerlo si no eres capaz de perdonarte a ti mismo.
Arcángel Zadquiel.